Antonio Escohotado: Drogas. Si nuestros estados son laicos, por qué se condena la blasfemia
Antonio Escohotado tiene 47 años. Vive, ahora junto a las encinas del Parque Nacional del Manzanares. Su vida guarda relación con la fuerza y el mito de Hércules; es un buceador de experiencias vitales para la filosofía, un buscador de la liberación individual y del jardín de las Hespérides… Nació en Madrid, pero a los cuatro años emigró a Brasil con su familia. Volvió a los catorce e ingresó en el Colegio de los Rosales. Primer trauma. Estudió Derecho y termino la tesis antes que la carrera. » Se la llevé a Legaz, que era Catedrático de Filosofía del Derecho y me dijo: ¡ pero hombre, usted está loco! ¡ Si no ha hecho los cursos de doctorado; además el director de tesis es el que tiene que decidir el tema» Había realizado por su cuenta y riesgo un sorprendente trabajo sobre la actitud de Kant y Hegel ante la ley. » Tardé cinco o seis años en poder leerla. Me decían que era antiespañola. Cada vez que iba a leerla, me encontraba que no había quorum y finalmente recurría un notario para que testificara la falta voluntaria de quorum. Sólo me apoyó Ruiz Giménez». Acabó la carrera y se apuntó a Psicología en la Escuela de San Bernardo. Fue profesor de filosofía, psicología y antropología en la Universidad Central de Madrid. Era además asesor literario de Editorial Nacional, hacía los cierres de poemas de TVE, era funcionario por oposición del Instituto Nacional de Crédito Oficial… » Entonces ganaba un buen dinero y tenía una mujer estable, pero murió mi padre, al que quería mucho y, como hijo único, noté que tenía más responsabilidades con el cuerpo social, así que corté y me fui a Ibiza, donde estuve trece años. Allí era difícil vivir. Hice cuarenta tradiciones para Alianza, Tusquets y Anagrama…Todos en la playa tocándose las narices y yo con el magnetofón dictando.». Allí también escribió libros: De Phisis a Polis, un ensayo sobre los presocráticos, Realidad y Substancia, que sigue siendo un libro fundamental, y prácticamente la totalidad de Filosofía y Metodología de las Ciencias. Su obstinado empeño por el conocimiento y la experimentación sin fronteras ni cortapisas lo arrastraron a la prisión.
– Perteneces a la generación del poder porque naciste en el 41 y te educaste y conviviste estrechamente con los que ahora mandan. ¿ Cómo es que en la universidad no te integraste en un grupo político organizado? ¿ Por qué persistes?.
-La libertad o se tiene desde siempre o no se tiene nunca. Si se tiene desde siempre, uno es desde siempre responsable por ella o ante ella. Finalmente acabas metido en cosas que no acaban de ser ventajosas o explotables, cosas que de buenas a primeras no te llevan al éxito. Si miro retrospectivamente, mi vida ha sido una mezcla de alegría y de ir encontrando obstáculos. Pero por alguna razón los obstáculos no me acaban de disuadir sino que me estimulan.
-¿Qué descubriste en Hegel?
– Empecé con Marx y Freud, que eran entonces los papás de la formación convencional universitaria o culta. Un día cayó en mis manos la edición de Roces de la Fenomenología. Abrí la primera página ( » Las tareas científicas del presente»), que era el prólogo…¡Ese prólogo sigue siendo la experiencia espiritual más fuerte, derivada en letra impresa, de mi vida !Me leí todo el libro. Lo comprendí. Renuncié a mis intereses marxistas, que siempre habían sido bastante superficiales. Y empecé a dedicar al pensamiento especulativo. Mi giro hacia la sociología es muy reciente; la mayor parte de mis libros son de filosofía pura.
–En Ibiza es donde experimentas con drogas…
– Antes. En Madrid tenía un pequeño círculo de amigos y nos llegaron noticias del ácido lisérgico (LSD), que entonces era legal. En California lo prohibieron en el 66 y en España en el 69. Nosotros experimentábamos con LSD desde el 63, normalmente conectados con psiquiatras de la hornada de López Ibor, que lo estaban usando con fines clínicos…Pero no quiero hablar aquí de López Ibor porque podría desmelenarme…La tesis imperante entonces era que reducían el tiempo de sinapsis, aumentaban el volumen de información que recibía el cerebro y permitían plantearse las emociones y los conceptos desde una perspectiva no convencional y no rutinaria. No voy a decir quienes estaban conmigo en aquellas reuniones, pero puedes imaginarte que buena parte de los que ahora son filósofos o escritores.
– En muchas ocasiones has manifestado que es necesario que la psiquiatría se independice del complejo que tuvo el movimiento inquisitorial. ¿Por qué identificas a la psiquiatría con la inquisición?.
-La gran sustitución moderna es el paso del estamento clerical al estamento terapéutico-científico. Desde el punto de vista sociológico, ese es el fenómeno fundamental de transición del siglo XIX al siglo XX. Las teocracias duran hasta el siglo XIX. Pero a mediados del siglo XIX las teocracias son demolidas, el fundamento de la autoridad imperial es analizado y se pulveriza. Durante un cierto tiempo se vive un espíritu de libertad, sobre todo en los Estados Unidos de América, pero luego llega una nueva restauración que atribuye al estamento terapéutico-científico los mismos privilegios y deberes que tenía el estamento clerical.
–Según tu credo existen dos tipos de sociedades; la sociedad neolítica, de pequeñas tribus nómadas, y la sociedad-hormiguero, donde las termitas y las hormigas son ciegas y las abejas no tienen sexo, que viene a ser la sociedad imperial…
-Si, el abdomen desmesurado de la reina al cual todo se somete…Como el equivalente de su Serenísima Majestad Imperial o Alteza Real.
-¿Es posible una sociedad libre en el futuro?.
– Esto ya es más difícil. Puedes levantar un muro que te defienda de los unos o de los otros; pero que te defienda de la gente que tiene vocación de ser esclavo, yo no conozco ninguna fortificación. Esta es nuestra batalla; no se trata de que ganen los militares y los clérigos, que quieren imponer sociedades estraficadas. Los que están ganando son personas que odian su libertad, personas a las que les gusta la esclavitud y que, por tanto, aborrecen a las personas que tienen algo que hacer con su libertad. Este problema lo tenemos desde siempre. Pero lo que veo hoy es un progresivo fortalecimiento del deseo de esclavitud, sobre todo con estos gadgets que ahora se distribuyen, la posibilidad de tener casa propia, o mejor dos casas, varios coches, el ir a la moda…
-¿Crees que hay alguna forma de escapar de esta esclavitud que representa la sociedad de consumo?.
-Soluciones individuales.
-Entonces, ¿cúal es el papel del pensador o del filósofo en la actualidad?.
-Formular una solución individual lo bastante coherente como para que otros la adopten.
-¿Crees que en España hay un pensamiento independiente del poder político?.
– Hay pocos pensadores independientes, pocos pensadores absolutamente radicales. Yo me considero uno de ellos, pero tengo algunos amigos a los que también considero así. Pocos, desde luego. La mayor parte de las personas que se dedican a pensar y a publicar están vinculadas al estamento docente. Y la mayor parte de las personas que están viculadas al estamento docente son un poco funcionarios. Cobran su sueldo, dicen palabras terminadas en ismo que van cambiando cada año. Rara es la persona que se lo toma trágicamente. El talante trágico es poco frecuente. Quizás ahora se ha fortalecido aun más el gregarismos, el espíritu de rebaño. Se ha fortalecido el gusto por el ciego placer de la obediencia y la satisfacción por la sumisión…Son personas que se ceban en la doma. Pero si te fijas un poco en la Europa del siglo XVI ves que todavía había más gusto por la obediencia y por la doma.
-Hablas de paraíso prohibido. El primero es fruto del paganismo y el segundo es fruto del monoteísmo, tanto islámico como católico…
-Eurasia se ve sometida a un brutal ataque antiorgiástico y antiestático desde el siglo VI a. de C., que acaba triunfando. Es decir, en China triunfa el funcionario confunciano frente al santón taoísta; en la India frente al hombre védico y al santón budista, triunfa el braman-ritualista-profesionalizado; en Irán pasa lo mismo con los descendientes de la antigua religión zoroástrica; en Israel, frente a la corriente profética, triunfan los rabinos. En Grecia y Roma triunfan los basileos y los pontífices de los cultos urbanos frente a los hierofontes….Y finalmente viene la barbarie total, que es el cristianismo, donde lo que importa es llegar a conseguir fieles no importa de que forma. Es la religión donde el asentimiento interno no ha tenido siempre mucha menos importancia que el asentamiento externo; es decir, donde no ha importado forzar a la gente a convertirse.
– ¿La muerte de Dios y la muerte de las utopías marxistas, de qué modo afectan a la evolución de las instituciones absolutas ?.
-Por una parte, el cristianismo está en franca crisis, al igual que el islamismo; es decir, el fundamentalismo religioso está resquebrajado. Pero esa crisis le lleva a una convulsión, quizás pregónica, de la cual salimos perjudicados todos los que somos paganos o liberales, que viene a ser lo mismo porque lanza unos coletazos peligrosos. La cruzada contra las dorgas es, por ejemplo, la manisfestación inmediata de la crisis de fundamentalismo…. Y el fundamentalismo no está tranquilo si alguien piensa algo o hace algo; sólo está tranquilo cuando otro hace o piensa lo que el quiere. No es un pensamiento de uno para uno, sino de uno para otro.
-¿ No crees que la sociedad del bienestar es un nuevo fundalentalismo?.
-Sí, pero esto quizás viene de otro lado. El proceso de acumulación de riqueza en el siglo pasado fue muy brusco, creó unos desgarramientos, unas anomalías y, entonces, para curar las heridas de ese proceso tan rápido de industralización, se ha repartido parte del producto social.Y las personas que antes no tenían nada han cogido esta parte de muy buena gana. Luego, con peor gana están aceptando la baja en la calidad de vida que supone vivir en la urbe. ¿Hasta qué punto les compensa ver cinco canales de televisión si luego tardan una hora en llegar a su trabajo y han de respirar una atmósfera asquerosa, y sobre todo la polución auditiva, que me parece tan o más grave que la polución atmosférica? No sé hasta que punto el fundamentalismo tiene mucho que ver con el consumismo.
-¿ No te parece que el grado de control y atrofia mental a que ha llegado nuestra sociedad es aterrador y antijurídico? Se percibe una autorrepresión cada vez mayor porque si se piensa se transgrede lo que crea riqueza. Lo ves en los periódicos, en la falta de ideas y de claridad. Nuestro país crece económicamente pero no crece intelectualmente. La reflexión está mal vista…
-Bueno, es que el gregarismo lo va invadiendo todo. Y antes no estaba alfabetizado, pero ahora sí. Aparte de que hay lo que se puede llamar un neocorporativismo; el Estado ya no trata directamente con los afectados por los problemas, sino que trata con corporaciones que ostentan la representación de las colectividades. Además, esto va en aumento; sólo está empezando. Y, finalmente, los colegios…colegios de médicos, colegios de abogados, de arquitectos… Los militares acabarán agrupándose en un colegio… El Estado ya no se relacionará con los individuos, sino que lo hará con los representantes de los colegios y las corporaciones.
-Pero esto no es democracia…
-No, si de democracia esto tiene sólo un poco. La democracia se basa, como decía Montesquieu, en la virtud de los ciudadanos; si los ciudadanos no tienen como primera y absoluta norma que hay que matar al tirano, que es la piedra biliar, si los ciudadanos olvidan que su interés primordial es mantener y ensanchar su libertad, y por tanto la de sus conciudadanos, evidentemente, la democracia se lanza en una pendiente, en la que nos encontramos ahora, donde el ciudadano acaba por no saber ni siquiera las diferencias entre lo que puede elegir. ¿Felipe, Fraga, Suárez o Anguita?. Es difícil pensar que entre treinta y tantos millones de españoles no haya una alternativa mayor. Y Europa Occidental y EEUU están en las mismas.¿ Cúando ha sido presidente de los Estados Unidos un jefe de la policía secreta?.
-Al final de tu libro Majestades, crímenes y víctimas, publicado en Anagrama, creí entreleer una crítica a cómo se está desarrollando el Estado de las Automías.
– Es una vergüenza. Todo gobierno que no tenga por meta la promoción del autogobierno y, por tanto, las descentralización del poder es una tiranía.
-¿No crees que nuestras automías se están convirtiendo en pequeñas tiranías, reproductoras del Estado central, barajando además conceptos como raza o religión?
– La autonomía debería servir para que, una vez conseguida, se descentralizara nuevamente. Lo que nos interesa es preocuparnos nosotros de los problemas que nos afectan. La meta de la república son las pequeñas repúblicas que finalmente terminen en familia. Y en la familia es el único punto donde tiene sentido ejercer la autoridad. Un padre o una madre corrige o reprende a sus hijos para que crezcan y alcancen la madurez. En cambio, la autoridad política no es más que un intento de fijar a las personas en una permanente infancia, para que se queden siempre de animales gregarios. Hormigas asexuadas y ciegas dedicadas a alimentar a la reina de turno.
– ¿ Qué es para ti la libertad?
– La esencia del hombre. La esencia de la naturaleza humana. La naturaleza humana en tanto tal.
-Acabas de publicar Historia de las Drogas, un libro bastante importante del que Fernando Savater ha dicho que es una nueva fenomenología de la conciencia, una excursión por los orígenes y modos de las personas religiosas, una prospección de los temores y promesas de futuro y una contribución a la antropología de la estupidez humana. ¿Qué ha representado para ti este libro?.
-Me di cuenta de que no era conveniente ante la cruzada contra la droga, adherirse a rechazarla. Lo mejor que se podía hacer en este caso era investigarla con los útiles del método científico y pensé que un libro de esa naturaleza era mucho mejor que una crítica o una alabanza, que no hacía falta poner ni quitar nada, sino seguir el asunto día a día a lo largo de los siglos…Tuve una serie de azares favorables. Me tocó ir a trabajar como traductor temporal de la Naciones Unidas a Viena, y allí tuve acceso a la división internacional de estupefacientes, a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, al fondo de las Naciones Unidas para la prevención del uso indebido de drogas. Entré en todas las bibliotecas y me hice con material. Luego, con una terminal de ordenador, me conecte con la biblioteca del Congreso de Washington. Y así fue creciendo un serio dossier. Me ayudó mucho Luís Gil, el Catedrático de Filología Clásica, para tratar la antigüedad clásica, y varios amigos norteamericanos y suizos. Recibí mucha bibliografía y me costó enormemente mantener en la memoria la cantidad de documentación que se había formado en los cinco años. He intentado mantener las reglas del método científico hacer una exposición cronológica pero no lineal. Ir contando qué es lo que va aconteciendo con esta o con aquella droga, pero dando cuenta de los cambios políticos y de la situación económica y social de cada lugar donde estos fenómenos acontecen…esto es lo que faltaba, a mi modo de ver; antes de este libro había, como mucho, un catálogo de drogas hecho por un farmacólogo, o una serie de opiniones muy personales de antropólogos… Pero a mi historia le faltaba una estructura, un eje principal. Y un día me di cuenta de que había cuatro momentos principales: paganismo, luego el monoteísmo, más tarde la revolución liberal, y por fin, la reacción, que era una mezcla de fundamentalismo y de Leviathan contemporáneo, que es lo que llamamos » estado del bienestar».
– ¿ Qué son para ti las drogas?.
– Sustancias que tienen la portentosa capacidad de no ser metabolizadas por el organismo y de vencerle. Vencerle bajo la forma de provocar una manera de sentir o de pensar distinta de la cotidiana. Naturalmente, todas las drogas consumidas cotidianamente dejan de permitir esa ruptura de la rutina. Pero, en principio, las drogas son un diversificado arsenal para modificar el modo de sentir y pensar. Hasta ahora no se ha sabido clasificarlas. Una clasificación, farmacológica, de las drogas por moléculas no puede funcionar porque las tomamos nosotros y hay que relacionarlas con nuestras necesidades. Otra forma de clasificarlas es diciendo que son duras o blandas, buenas o malas, adictivas o no adictivas… pero tampoco sirve. He llegado a la conclusión de que la mejor manera de clasificarlas- y todavía no he encontrado nada que lo contradiga- es: a) drogas que potencian el sentimiento de paz, combaten el desasosiego, la angustia, el miedo; b) drogas que potencian la energía, combaten el desánimo, la apatía, la desgana, y c) drogas que te permiten viajar, que te llevan a dimensiones inhabituales, normalmente de tipo místico, y que te permiten el contacto directo con el objeto. Dentro de estos tres tipos de drogas, que corresponden a las necesidades humanas y no a las fórmula químicas, caben todas. Las de la paz tienden a crear hábito, porque la misma molécula que crea la analgesia crea dependencia y, probablemente, son las menos lesiva a nivel de tejido orgánico. Las de energía son las más tóxicas, las que más desorganizan la cabeza, como el café, la cocaína, las anfetaminas… porque implican irse al hígado y al cerebro, extraer un contenido determinado y lanzarlo al torrente sanguíneo que, al recibirlo, aumente el tono. El tercer tipo de fármacos no son adictivos, ni crean tolerancia, ni tienen practicamente toxidad, pero pueden dar un serio susto a las personas que pueden pensar que ha entrado en un sitio del cual no pueden volver, o incluso pueden llegar a creer que están muertos en vida, o que han entrado en el paraíso prohibido, no en el paraíso perdido.
– ¿ Por qué crees que unas están admitidas, haciéndose incluso propaganda de ellas, y otras están prohibidas ?.
– Eso es pura arbitrariedad, mezclada con prejuicios étnicos, conveniencias políticas e interses económicos. Después de cincuenta años de tener el régimen actual, la División Internacional de Narcóticos y la OMS se consideran incapaces de definir el concepto estupefaciente. Lo ha dicho públicamente. No es que la prohibición responda a motivos farmacológicos, sino que debido a la prohibición, la farmacología es como es.
– ¿ Cúal es la droga que te ha marcado?.
– Hay drogas que yo llamaría afines al espíritu o la razón, en la medida en que para empezar son cantidades tan infinitisimales- son millonésimas de gramo por kilo de peso del hombre- que aparte de su sorprendente capacidad para actuar en esos volúmenes, tienen una extraudinaria afinidad con los neurotransmisores básicos y con la adrenalina y la serotomina, y despiertan emociones y juicios de tipo básicamente apolíneo, no dionisíaco, es decir excitan y agudizan el entendimiento y profundizan el ánimo. En este sentido, el fármaco más importante jamás descubierto es el LSD 25, pero de su misma familia están la mescalina, la psilocibina, la psilocina, la amina, la estrictamina…Aproximadamente, hay identificados unos mil compuestos en esta línea; se llaman alcaloides simbólicos.
-¿ El extasis es uno de ellos?.
– El extasis tiene una molécula de mescalina y una molécula de anfetamina sintetizadas. Una síntesis como la del agua. El extasis es un sucedáneo suave de los grandes alcaloides simbólicos. Es como un LSD sin aristas.Puede llevar un poco más lejos en el terreno emocional, pero en el terreno de la percepción y de la concepción casi no despega… La mescalina está venerada desde hace miles de años como la carne o la Sangre de Dios, en los cinco continentes.
-¿ No crees que el origen del cristianismo tiene mucha relación con este tipo de drogas?.
– Tiene mucha relación con el banquete báquico y con el banquete mistérico; ten en cuenta que el sacerdote dice en secreto: » Este es mi cuerpo y esta es mi sangre.» Eso viene de toda la corriente de misterios helenísticos y de las religiones naturales. La diferencia entre las religiones naturales y ritualistas es que en las primeras se realiza un acto de incomparable intensidad psíquica, donde el sujeto es sumergido en una experiencia de muerte y resurrección de la cual emerge como quien se quita una piel vieja. Pero son cultos donde no hay seguimiento, donde no hay dogma, donde no hay ortodoxia, donde no hay una férrea organización de la casta clerical. Normalmente, son misterios oficiados por chamanes. Y estas drogas del tercer tipo, las de viajes, son las drogas del chamanismo en los cinco continentes. Lo que ha ocurrido es que los años sesenta se han redescubierto, causando un gran trauma; se considera que se desató la epidemia de demencia más grave conocida en los anales de la Humanidad. Pero esto está en Las Bacantesde Eurípides, está en la Historia de Livio, en la persecución de las bacantes, está en las brujas de la Edad Media…
– En tus libros y artículos de opinión afirmas que las democracias contemporáneas nacieron de la separación de la Iglesia del Estado, pero que solamente se consolidarán cuando se separe el Estado de la Medicina.
-Evidentemente, porque la Medicina ha heredado a la Iglesia, la Medicina es la Iglesia. La medicina moderna se ha desarrollado científicamente en dos zonas, una es la inmunología y otra es la vertiente de la cirugía. Excepto en esto, la medicina actual sigue con conceptos no superiores a los de Galeno, en el siglo II después de Cristo, pero si lees a Galeno verás que dice que el deber del médico es servir a la naturaleza individual, el deber del médico es respetar la libertad del paciente. Lo que se dice hoy es: » Consulte a su médico cualquier cosa» El médico está ahí para servirnos, pero hoy por hoy somos nosotros los que estamos para servir al médico, como antes estábamos para servir al sacerdote. Lo de » consulte a su médico» es algo así como como lo de antes » no lea usted ningún libro sin que lo haya recomendado su director espiritual». La medicina ocupa hoy, respecto al «estado del bienestar», la misma posición que ocupaba el clero respecto al estado teocrático. Se puede hacer un cuadro comparativo en el que el bautismo sería el acta médica de nacimiento, y la extremaunción, el acta médica de fallecimiento, con todas las ceremonias intermedias…El crimen de lesa majestas de no atender el dogma de la Medicina Moderna. Eso ha permitido a la medicina moderna perseguir el intrusismo. Ahora se persigue a los matasanos, a los curanderos, a los naturistas…, cuando antes coexistían todas estas escuelas.
– Tú distingues entre crímenes de lesa majestad y crímenes de lesa humanidad.
-En los delitos de lesa majestad, desafía a una autoridad que tiene privilegios para pontificar en un campo determinado. Esta autoridad tiene el privilegio para pontificar en un campo determinado. Esta autoridad tiene el privilegio de mezclar desordenadamente moral y derecho. En los crímenes de lesa humanidad, estás infringiendo un daño a la persona o al patrimonio de un semejante. La diferencia no ofrece duda. Entiendo que en la república, en las democracias liberales, no se puede rendir culto al que manda. El que manda está ahí temporalmente para administrar unos intereses comunes, y si insiste en mandar como lo hacía Luís XIV, lo mejor es que ingrese en el frenopático. Aunque lo terrorífico es que hay gente que sigue adorando este tipo de autoridad.
– En tu búsqueda personal te ha interesado mucho el rock. Inluso en Ibiza montaste un grupo y fundaste la discoteca » Amnesia».
-Entonces no era una discoteca. Yo cogí una casa payesa, la alquilé a muy buen precio y con ayuda de unos amigos- éramos cinco socios-, le metimos unos equipos, un mixer ( mezclador de sonido), pusimos unas cajas de huevos en las paredes para que no resonase tanto, compramos los micrófonos y lo abrimos al público. A los ocho meses me di cuenta de que o me metía con los bancos y empezaba a pedir créditos y me entrampaba, y cedía al convencionalismo de poner lo que entonces eran los principios de la música disco, en vez de tocar a Dylan, Jackson Brown o Pink Floyd, o me toparía con dificultades. Entonces lo vendí por lo que nos había costado: dos millones.
– ¿Qué es para ti la música?.
– Un vehículo de explosión emocional y también de veneración. No es sólo que me emocione hacer música o escucharla, es que creo que el movimiento de la música popular en nuestro siglo ha sido fatídico. Creo que hay músicos, como Pink Floyd o Bob Dylan, que seguirán siendo ídolos durante muchos siglos, si es que sigue habiendo gente dentro de unos siglos, gente culta y no homínidos subnormales autoritarios.
-Las drogas, los enemigos o las falsas acusaciones te han arrastrado hasta la cárcel. ¿Hace mucho?.
– Hace mucho y hace poco. Pero lo pienso contar todo, pienso hacer una novela entre La Conjura de los Neciosy los reportajes de Hunter Thompson. Lo que pasa es que hasta ahora estaba con la espada damocliana de los jueces, pero como ya me han hecho todo lo que me podían hacer, ahora me toca un poquito de charleta, un poquito de inciativa propia.
– ¿ Qué experiencia has sacado de haber permanecido en la cárcel?.
– Son como unos colegios inauditamente feos, donde cualquier error cuesta muy caro. Un pequeño error cuesta seis o siete meses o un año más de estancia en un colegio de esos. Son lugares para domar a las personas, donde la población de personas que realmente ha hecho daño a otras personas es bastante inferior a la población de personas que simplemente son unos desgraciados o se han visto trastornados por la persecución. He visto pocos asesinos. He estado tres veces en prisión, siempre naturalmente por crímenes sin víctima, y la verdad es que fortalece. Piensas que si puedes aguantarlo, puedes soportarlo todo, pero tampoco lo recomiendo como experiencia antropológica. Desde la perspectiva de que el hacer ciertas cosas significa ser encarcelado y el no hacerlas significa acatar la esclavitud, volvería a hacerlas.
– ¿Cómo ves el estado de la filosofía en estos momentos?.
– No lo veo. Tengo la intención de coger Realidad y Substancia, que es mi tratado y mejor libro, abrirlo como un abrelatas y reducirlo a cincuenta páginas, para que se note el argumento de base. En este tiempo de cultura de masas, no es que no se esté haciendo filosofía, lo que ocurre es que no entra en los canales distributivos. En España, la
filosofía ha estado dominada, en las últimas décadas, por una capilla nacional-católica, otra capilla marxista y otra neopositivista. Y siguen funcionando, aunque hayan entrado algunos ismos, como el estructuralismo. Mientras existan capillas no puede haber catedral. Hegel no estaba en ninguna capilla, ni Aristóteles, ni Espinoza, ni Zubiri…Actualmente, ahí está Savater… lo que pasa que Fernando hace hace ética política o ensayo. Yo creo que hay bastante gente que hace filosofía, pero la hacen viviendo una vida modesta y retirada. Si quieres entrar en el carrusel de los media es necesario que te adaptes a unas etiquetas, estereotipos, simplificaciones, vulgaridades…que lleven consigo el género. Un género de estos en donde es necesario lo » nuevo». Es asombrosa la vaguedad y vacuidad del concepto » nuevo». Yo todavía no me acabo de recuperar. Constantemente se determina a las cosas con el adjetivo » nuevo». ¿ En qué consisten estas cosas supuestamente nuevas? ¡ Deme usted una determinación de contenido! Pero dentro de esta general desubstanciación que experimentamos como cultura de masas y como estado de bienestar, la principal determinación de contenido es la absoluta vacuidad.
– ¿ Y cómo están las corrientes europeas?.
– De las corrientes europeas no estoy muy informado. Ultimamente, a lo que más me dedico es la historia. A mi juicio, la filosofía no es más que la historia comprendida desde lo alto. La gran ciencia, la ciencia exacta, la geometría, desde el momento en que se descubrió que bastaba con cambiar el postulado básico y mantenerse coherente para sacar otras geometrías, demostró que en realidad no estaba más adaptada a lo real que ninguna otra ciencia, es decir, que era tan convencional como cualquier otra. Ahora, hay una ciencia no convencional que es la ciencia de lo que ha sido, la ciencia de lo que ha pasado, absolutamente rigurosa; lo que pasa es que es inmensa, no hay nadie que la pueda abarcar entera. Lo único que puedes hacer son aproximaciones, pero ahí está el objetivo, ahí está el saber.