CALIFORNIA: un recuerdo de la era gloriosa
Han pasado los años de la mística rabiosa, del beat- aullido de Ginsberg, de las mochilas de Keroack, de los jóvenes vagabundos amantes de las flores que no se cansaban de repetirse: “márchate, abandónate, déjate ir”. Y que al principio formaban tribus itinerantes a través de los parques públicos para disfrutar de la naturaleza y que luego se fueron fragmentando en comunidades estrictas; acogedoras, de pocos miembros y disfrutando de una relación directa y personal.
Al contrario de las comunas de principio de siglo en las que prevaleció la búsqueda de cimientos materiales, pensando que mecánicamente, una reforma de las estructuras de producción conllevaría una reforma derivada de todas las esferas humanas (como por ejemplo los Koljoses soviéticos o los Ejidos mexicanos). Las comunas que se formaron a partir de los sesenta, estaban obsesionadas con la revolución psicológica, moral y espiritual del individuo. Representan una reacción apocalíptica, espontánea y visceral al sistema del Kapsut y de las Hamburguesas, de la Familia y del Confort.
El estallido se produjo en el Estado más rico de la nación más poderosa e imperialista de cuantas han existido en la historia. Lo protagonizaron los hijos del confort, los estudiantes mimados y caprichosos de las universidades más perfeccionadas del mundo occidental. El “movement” americano fue mucho más un movimiento místico que un movimiento político, aunque en él se barajaron una inmensa variedad de conceptos e ideologías. Pero en general, con la perspectiva de estos años, puede decirse que fue principalmente una racción a la estandarización y despersonalización de la sociedad post-industrial. Las alternativas que se ofrecieron estaban bañadas con unos tintes utopistas y melancólicos que preconizaban el fin del Imperialismo Científico y de la razón; que había convertido al hombre occidental en un ser unidimensional, en una máquina de un proceso productivo cuyos deseos y necesidades venían programados por una I.B.M. Pero el “movement” Americano no supo, no quiso o no pudo afrontar al sistema con una radicalidad política general. A la cultura establecida se la suplantó, por un ensalzamiento desmesurado de lo no racional, de lo sobrenatural mediante experiencias visionarias, meditación, sexo en grupo música, Zen… y siempre con la mística insistencia sobre la unidad del universo total, del amor universal y de las flores, los campos y el primitivismo. “Haz el amor y no la guerra”. El “movement” quiso olvidar, que mientras el poder esté en manos de las multinacionales y de los gobiernos a su servicio, nunca podrá haber paz ni amor, los estados son represión. Y el “movement” quedó atrapado en un mercado en donde se ofrecían paraísos artificiales mediante cursillos de Zen por corresponden-cia, o fumadas colectivas, o clínicas antisiquiátricas, o reinas brujas, o niños de dios, o Yogis importados de la India. La Rock-music fue a parar a manos de las multinacionales del Disco y California se ha convertido en el lugar ideal para unas confortables vacaciones junto a Berkeley, donde van a parar los jóvenes ejecutivos modernos, aplicados y adinerados que se las dan de progres.
Florecieron infinidad de comunas, algunas todavía subsisten, pero en general no supusieron una alternativa real al sistema. En 1970 no es posible vivir como en 1.002. Hay unas técnicas y unas posibilidades que pueden servir. La mayoría de las comunas contraculturales de los Estados Unidos, fueron comunas místicas y na- turistas, integradas por gente que fanáticamente estaba buscando una salida porque cuatro diarios progres habían anunciado el advenimiento de una nueva era: La de Acuario.
“Creo que la mayoría de nosotros hemos venido aquí buscando refugio, muchos no sabíamos lo que íbamos a encontrar, pero necesitábamos escapar”.
* * *
“La alienación, la sensación de aislamiento, de carecer de comunidad, es algo más que un sonsonete moderno”.
* * *
“Nuestro propósito es abolir el sistema (llámelo capitalismo, gran parrilla de hamburguesas, Babilonia, máquina de la codicia o “haz-tu-trabajo-y-calla) y aprender a vivir cooperativa, inteligente, graciosamente (llámenlo anarquismo, nueva conciencia, era de Acuario, comunismo o cualquier otra cosa)”.
* * *
“Se trata de una reacción contra los errores ratificados por la cultura básica y no de una visión coherente de una alternativa viable”.
* * *
“La vieja cultura, cuando la obligan a escoger, tiende a otorgar prioridad a los derechos de propiedad sobre los derechos personales, a las exigencias tecnológicas sobre las necesidades humanas, a la competencia sobre la cooperación, a la violencia sobre la sexualidad, a la concentración sobre la distribución, al productor sobre el consumidor, a los medios sobre los fines, al secreto sobre la franqueza, a las formas sociales sobre la expresión personal, a la lucha sobre la gratificación, al amor edípico sobre el amor comunal”.
* * *
“La cooperativa Ananda, al pie de las Sierras. Es una comunidad de varias docenas de jóvenes conducidos por un yogui llamado Kriyananda. En un folleto titulado “Comunidades cooperativas, cómo iniciarlas y por qué”, dice Kriyananda: “El hecho de refugiarse en el campo no implica necesariamente un rechazo de las dificultades sociales. Al contrario, puede convertirse en el comienzo de una sincera asunción de tales responsabilidades. Partiendo del precepto de que todas las cosas buenas provienen del hombre interior, se deduce que el hombre autorrealizado crea una fuerza benigna, cara a la vida de todos los hombres. En la comunidad Ananda se fomenta la autorrealización a través de un centro de autorrealización para visitantes. Se realizan dos servicios religiosos diarios. La comunidad ha prohibido el uso de las drogas y cultiva sus propios productos orgánicos para alimentarse. Los miembros conviven en dos grandes cúpulas geodésicas y en cabañas de bosques”.
* * *
“Sobre las colinas de Oakland, California, trece personas conviven en dos amplias casas, en medio de una atmósfera silvestre. Como miembros de Vocación para el cambio Social su principal actividad es un centro de información, proyectos y empleos. Un boletín mensual difunde sus ideas radicales en lenguaje muy moderado ‘para que podamos dialogar con la revista Life y los Panteras Blancas’. Todos los miembros comparten los recursos económicos y la limpieza del hogar. Hay reuniones semanales, donde cada miembro habla sobre sus propios problemas y experiencias.”* * *
“Translove Energies consiste en tres mansiones vic- torianas en el distrito de la fraternidad de Ann Arbor y en un grupo de rock conocido como el MC 5. Las casas se utilizan como oficinas, salas de grabación, comedores y dormitarios, centro de comunicación y publicidad, salas de ensayo, etc. Para decirlo con las palabras de John Sinclair, un miembro fundador de Panteras Blancas y que ha sido sentenciado recientemente a 10 años de cárcel por uso de marihuana, “somos una asociación de artistas conscientes que vivimos, trabajamos, compartimos, fumamos, bailamos y difundimos las palabras, juntos”.
* * *
“Situada en la cumbre de una meseta, al final de un tortuoso camino, en cierto paraje denominado TAOS, dentro de los límites del Estado de Nuevo México, Momingstár East es una de las paradas regulares del circuito hippie de comunas rurales en el sudoeste. Lo único que podemos decir de sus miembros es que viven en cabañas fabricadas con ladrillo de adobe hechos por la comunidad, que comparten una misma cocina y que trabajan juntos en el campo. El estilo de vida es primitivo, sin electricidad y con waters al libre. Hay gran profusión de drogas y una orientación fuertemente mística”.
* * *
“Queridos hermanos-as:
Soy mujer, tengo 19 años y me he escapado del colegio. En este momento estoy tratando de que no me devore un monstruo: la sociedad americana plástica, artificial y codiciosa. Todos mis amigos se esfuerzan por salir adelante en el colegio, por conseguir empleos, casarse, establecerse. Pero la idea de imitar este modelo me resulta repelente. Dejar el colegio ya es un comienzo, pero luego… ¿qué? Básicamente, es en esto en lo que estoy pensando. La rigidez y la prisa en la ciudad no son lo que quiero, y ciertamente tampoco son lo que necesito.
Un amigo de mi hermano visitó vuestra comuna hace un par de meses y dijo que ustedes eran realmente abiertos, y que aceptaban a todos por lo que cada uno era. Algo muy distinto de la farsa que yo tengo que soportar aquí. ¡Ayúdenme! Necesito empezar a relacionarme con gente nueva que esté en el problema de quererse y querer la tierra. Nada sé de horticultura, pero de alguna manera hay que empezar, y estoy dispuesta a aprender. Por favor, díganme si puedo ir con ustedes”.
* * *
“Tengo veinticinco años y trabajo de contable. Mi mujer, Beth, tiene veintitrés, y es madre de dos hijos, Matt y Jason. Aquí no hay nada sagrado o digno de amor y queremos marchamos…”
* * *
Gridley Wright, fundador de una de las primeras comunas contraculturales dijo en 1968: “Yo establecí que no habría estructura alguna. Sólo habría una completa aceptación del viaje de cada uno, sencillamente porque he descubierto que a medida que me acerco a mí mismo y a las personas que me rodean, a medida que ellos aprenden a aceptarme, vamos llegando más arriba. Yo quería vivir en una comunidad total donde esto ocurriera cada día”.
* * *
“Estamos en plena invasión veraniega de personas que buscan comunas en el área de Taos. Es verdad, hay comunas en esta zona, pero tienen muchos problemas para sobrevivir después de un invierno duro. Todas las comunas del área se encuentran cerradas para el ingreso de nuevos miembros. ‘Cualquier incorporación de nuevos miembros nos mataría inevitablemente’. Contrariamente a la creencia popular, los hippies no pueden venir a Taos confiando en que unos sonrientes americanos-mexicanos les darán seguridad social y sellos de comida. La población local no es sonriente, especialmente para los hippies. Si has escuchado historias de violencia en Taos, puedes creerlas. Este lugar no es bueno para presentarse inesperadamente si nadie te conoce, llevas el cabello largo, tienes la piel blanca o negra y vistes de una manera un poco peculiar. Si alguien busca un lugar adecuada para fundar una comuna le recomendamos Utah”.
* * *
“Estábamos viviendo en el corazón del fracaso, impotentes para reformar aquel régimen en plena decadencia o para darle el golpe final. Lo que llamábamos el ‘movement’, que había comenzado como una oposición pacífica a la esclavitud, el racismo y la guerra, se había convertido en una guerra civil tan esclavizante y racista como las otras; en pocas palabras, había muerto. Muchas personas que todavía actúan en el movimiento son, en realidad, hombres muertos, asesinados por la amargura y la frustración y la constante atención de las cámaras de televisión. Los ideales no pueden ser institucionalizados. No puedes llevar tus ideales a la práctica, por así decirlo, en un campo más ambicioso que tu propia vida privada”. (Mungo, líder estudiantil que se pasó a comunero)